Para leer...

<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-p2WjaO_F0wEal3AoRQu2ZY9ykSMPgeA2W96U-HCMgTekORD_k9xQBbqWgolQKy_ZLRty6Z9Lv42fFs8P2yDly8vNcVH4G0jgutPwcmoki0mtpc6mdeqmaUboS-v8IRveNLw4JcmowHo/s1600/crime-punishment-02.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5664490096784741970" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-p2WjaO_F0wEal3AoRQu2ZY9ykSMPgeA2W96U-HCMgTekORD_k9xQBbqWgolQKy_ZLRty6Z9Lv42fFs8P2yDly8vNcVH4G0jgutPwcmoki0mtpc6mdeqmaUboS-v8IRveNLw4JcmowHo/s320/crime-punishment-02.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; float: left; height: 320px; margin: 0 10px 10px 0; width: 136px;" /></a><br /> “Asco. Quizá era lo que sentía <span style="font-weight: bold;">Alexei Ivanonich</span> por toda la gente de la que se rodeaba, por <span style="font-weight: bold;">Polina</span> incluso. Asco mezclado con la arrogancia de creerse ese “hombre extraordinario”, mismo que encontramos un año antes en <span style="font-weight: bold;">Raskolnikov</span>, aunque menos descarado, menos pasivo y ciertamente más extraordinario. ¿Qué pensarían, cualquiera de estos hombres, de ti? Con una mueca de lástima te recorrerían de arriba a abajo y de abajo hacia arriba; aquél se seguiría de largo, con embrollos en la mente; éste, ¿pensaría en matarte? Quizá. Tan bajo, tan vil; tan inseguro, tan arrogante, tan inmaduro. Sí, sí dan ganas de, con aquella misma hacha con la que mató a la usurera, acabar con tu vida. Qué arrogancia la tuya la de creerte bello. Qué arrogancia la de creerte inteligente. Qué arrogancia la de creerte poderoso, cuando no eres más que manipulador. Te conozco tan bien que no me sorprende que te sonrojes por dentro porque sabes que yo sé lo pequeño que eres detrás de esa pose, por eso me sorprende que intentes engañarme. Tan pequeño, tan frágil. Sí, sí me das asco, y hasta creo que un poco de lástima... algunas veces, incluso, me das risa.” <br /> <br /> Si esta semana tienes flojerita de salir y andar como zombie todo el día, enciérrate en tu casa y lee. Te recomiendo aaaampliamente <span style="font-style: italic;">Crimen y castigo</span> o <span style="font-style: italic;">El jugador </span> de <span style="font-weight: bold;">Dostoievsky</span>.

Para leer...

“Asco. Quizá era lo que sentía Alexei Ivanonich por toda la gente de la que se rodeaba, por Polina incluso. Asco mezclado con la arroganc...

¿Fuera vendas?

<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-Ilcnq4ir_jNr6_XfsAV08pMYSgcfk7R7FSKQGEeMMFLQh62dSwQB4w1hrwBcvgNSQvD2ER_xDakgYc1ODsGdqxecHcMlu4yl2MYp71S1YDoyVvdJ6JT2E_2wljTsC2pAMkjuy27Cads/s1600/mafalda-me-duele-el-alma.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5662358367537360178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-Ilcnq4ir_jNr6_XfsAV08pMYSgcfk7R7FSKQGEeMMFLQh62dSwQB4w1hrwBcvgNSQvD2ER_xDakgYc1ODsGdqxecHcMlu4yl2MYp71S1YDoyVvdJ6JT2E_2wljTsC2pAMkjuy27Cads/s320/mafalda-me-duele-el-alma.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; display: block; height: 288px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 247px;" /></a><br /> <span style="font-style: italic;">“…cuanto más altiva al Cielo toca, sella el polvo la boca.”</span><br /> <span style="font-style: italic;">El sueño</span> de <span style="font-weight: bold;">Sor Juana Inés de la Cruz</span><br /> <br /> Así que... una amiga me dijo que no dejara de escribir... Recuerdo aquellos ayeres en que escribía de verdad, según yo ¬¬ Cosas tipo "Si a ojos luna y arándano a sonrisas..." Y eso que ése ya fue tardío jaja! Después vino una sequía incómoda, luego un parto doloroso de un algo que se gestó por 8 años... y después, el silencio. ¿De mi garganta? ¡Nah! Ya hasta de las anginas me van a operar. El berreo desmedido acompañado de cervezas frías, tequila y perlas negras ha hecho ya sus estragos. No: el silencio de la voz del alma. La terrenalidad lo enmudece todo. Pero he de decir que, con las musas, se van también los fantasmas. Y cuando se extraña a unas, quizá sea preciso abrirle las puertas a los otros. Abrir los ojos, decir las cosas, escucharlo todo. Quizá sea mejor que estar en esta absurda terrenalidad vacía pero sucia, muy sucia; donde el humano se dice inteligente y no hace más que alardear; se dice bondadoso pero sólo por temor a su Dios; presume de conocer el Amor pero sólo conoce el sexo; y no tiene temor de nada salvo de sentirse solo. Es el desencanto de <span style="font-weight: bold;">Séneca</span>, el desengaño de <span style="font-weight: bold;">Quevedo</span>, la caída del alma en <span style="font-style: italic;">El Sueño</span> convertido en pesadilla de <span style="font-weight: bold;">sor Juana Inés de la Cruz</span>. El Barroco abogaba por quitarnos la venda de los ojos y aceptar nuestra podredumbre y hediondez , mismas que nos atan para siempre a la tierra. Sí, abrir los ojos. Aunque esto signifique también abrir puertas. Aquí estamos y aquí seguimos todos, así que qué más da. He vuelto.

¿Fuera vendas?

“…cuanto más altiva al Cielo toca, sella el polvo la boca.” El sueño de Sor Juana Inés de la Cruz Así que... una amiga me dijo que no d...