Santa de Federico Gamboa
“No me creas Santa, porque así me llamé; tampoco me creas una perdida…”
Nunca voy a olvidar el inicio de esta novela, pues encierra en esas
oraciones lo que estamos a punto de presenciar como lectores.
Santa es una inocente serrana que, tras entregarse a un hombre que la
burla y la abandona, es repudiada por su familia y se ve orillada a la dura
vida de una prostituta en la Ciudad de México. Seremos testigos del vertiginoso
descenso de Santa, y del nuestro como lectores. Catarsis y empatía. Los
personajes, miserables y decadentes, despiertan compasión. Naturalista como
fue, sin afán de encasillarlo, Federico Gamboa nos cuenta detalladamente el
ambiente pero también la psicología de dichos personajes, la decadencia moral
de la sociedad de la época pero también la del ser humano en general; explora
los subterráneos sociales, algo que no se había hecho en la novela mexicana,
todo esto, con una narrativa cuasi lírica que nos permitirá una fácil lectura.
Ya se habrán dado cuenta que tengo una afición extraña por la
literatura que va de los siglos XII al XVII, pero Santa, de principios del
siglo XX, me enterneció por demás el alma. Tuve que parar mi lectura
aproximadamente dos semanas pues no podía continuar. La catarsis que despiertan los personajes, las situaciones,
el ser humano, es realmente intensa.
Nada de 900 páginas, nada de retos estructurales, sólo una historia catártica
que ojalá disfruten tanto como yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario