La verdad yo quería ver Después de Lucía, pero ya no había boletos, y por
la inercia de entrar al cine y comer palomitas, entré a ver Las ventajas de ser
invisible y que me llevo una grata sorpresa. Me gustó.
La historia es simple: Charlie (Logan Lerman) es el típico adolescente inseguro
que no tiene amigos. Pero conoce a Patrick (Ezra Miller) y Sam (Emma Watson), quienes,
auténticos y extrovertidos, lo ayudan a salir de su cascaron. Sí, podríamos
pensar que la historia es trillada, pero las emociones que maneja no tanto. El
pasado de Charlie lo iremos conociendo poco a poco, y es por demás trágico, lo
mismo que el pasado de Sam y el presente de Patrick. Emocionalmente te verás
arrastrad@ por una montaña rusa de risa pero también de tragedia, de afectos
pero también de hostilidades.
Algo curioso es que el autor del libro en el que está basada esta peli,
Stephen Chbosky, es también el guionista y el director y, sin juzgar el libro que
no he leído, ha hecho una buena entrega cinematográfica. Los actores,
adolescentes, también nos ofrecen buenas actuaciones. Además está buenísimo ver
a Emma Watson, no sólo en un papel muy diferente al de Hermione Granger, sino
haciendo el intento por hablar un inglés con acento americano. Otra cosa que
promete es el soundtrack, sabrán de qué hablo cuando vean la peli. En cuanto me
lo compre les platico qué tal.
Sí, vayan a verla. Pasarán un buen rato ante una peli cuqui pero bien
hecha.
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