ESPECTRO

La otra vez estaba platicando con una amiga sobre la serie Bates Motel; yo le decía que no me había gustado, pues no le hacía justicia a la psicopatía de Norman Bates; ella insistía en que la serie es buena porque "está bien hecha". Así que me puse a pensar, ¿en qué momento nos empezamos a conformar con lo "bien hecho" y dejamos de exigir lo "sublime"? Y empiezo con este rollo porque este año hubo una película que causó furor y yo hoy me sigo preguntando por qué: El Conjuro. ¡No me vayan a decir que porque está bien hecha! Honestamente a mí (que soy amante de las películas de terror) me aburrió. Todos los recursos utilizados ya me los sé y lo que es peor aún, la historia del exorcismo la he visto mil veces; entonces, ¿por qué todo mundo estaba vuelto loco con El Conjuro? Yo ni siquiera la recomendaría.

¿Pero saben qué? El 1 de noviembre se estrenó una película de terror que está pasando totalmente inadvertida y está ¡¡¡ lo-que-le-sigue-de-buena !!! Me refiero a Espectro. Fui a verla el domingo, literal, porque no tenía nada mejor qué hacer, y cuál fue mi sorpresa al toparme, en la primera escena, con Paz Vega. Me dije: Ok, por lo menos gozaremos de una excelente actuación. 

La película es mexicana, dirigida por Alfonso Pineda Ulloa, quien ha reelaborado el guión de una cinta colombiana. Paz Vega interpreta a Marta, una vidente andaluza que, después de entender el don (o maldición) que posee, ayuda a resolver casos policíacos. Pero su vida cambia cuando sufre una violación que ni ella misma ha podido anticipar. Tras recuperarse de un colapso nervioso, traumatizada, se esconde en un viejo departamento del Centro de la Ciudad de México, donde la paranoia de ser encontrada por su agresor (Alfonso Herrera), a quien las autoridades han dejado en libertad; sumada a la paranoia de vivir junto a una vecina que tiene un historial de agresión en la prensa; más los acontecimientos sobrenaturales que empiezan a suceder dentro del departamento, juegan con la mente de Marta quien, gracias a la excelsa actuación de Paz Vega, logra arrastrar al espectador a una catarsis de paranoia, angustia y miedo.

Sí, vemos recursos repetidos como sonidos inesperados, sangre, gritos, repentinos apagones de luz, cámaras que dejan de funcionar, etcétera, pero el guión en sí mismo es diferente. Por ahí leí que Espectro no cuenta una historia... Creo que la gente está acostumbrada a ver sucesiones de hechos, y le cuesta trabajo apreciar una narración en donde el argumento principal son sensaciones o emociones. Tenemos a Raskilnokof solo, encerrado en su cuarto sin más hechos que su locura, y Crimen y castigo es una obra maestra. Pues bien (aclaro: sin afán de comparar) Espectro cuenta las paranoias reales y sobrenaturales de Marta, que se han complementado con la fascinante estética del departamento: tapices floreados, amarillentos y pisos de madera dentro de un edificio viejo del centro de nuestra ciudad, y han logrado, en conjunto, hacer una película de terror digna de ver. Sin duda le doy a Espectro el título de mejor peli de terror este año. El Conjuro, ¿¡qué!?