LA RUTA DE SOR JUANA

<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-9doFdHew1eQ_NTrdEgJOTT9TMrEheMT3leRbSGdhunslWvbgZzkkjDG2pgNwAzrv4ct8EhCTPyVyT7dgLMHxyNvf6IjWmpoDE6OyCpeTvlTNJk-2FiXXiKvbAcYQMq5I2c0FAwVUk1I/s1600/DSCN0040.JPG" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5610691991375194818" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-9doFdHew1eQ_NTrdEgJOTT9TMrEheMT3leRbSGdhunslWvbgZzkkjDG2pgNwAzrv4ct8EhCTPyVyT7dgLMHxyNvf6IjWmpoDE6OyCpeTvlTNJk-2FiXXiKvbAcYQMq5I2c0FAwVUk1I/s320/DSCN0040.JPG" style="cursor: hand; cursor: pointer; float: left; height: 240px; margin: 0 10px 10px 0; width: 320px;" /></a><br /> Otra vez mi amigo <span style="font-weight: bold;">Yisus</span> vuelve a aparecer en escena. Hace unas semanas me dijo que yo siempre hacía lo mismo los fines de semana, entiéndase ---> Beber. Y así como que lo mismo, pues ni tanto, porque en la Ciudad de México los lugares para comer, beber y echar desma son in-fi-ni-tos. Pero bueno, para cambiar la rutina y tener un fin de semana más cultural, obvio no hay que salir de la Ciudad de México, pero esta vez movámonos al Estado de México, a tan sólo 2 horas de la Ciudad comienza la <span style="font-weight: bold;">Ruta de sor Juana</span> (aclaro, así la he bautizado yo). Levántate tempra y lánzate primero a Nepantla, visita el <span style="font-weight: bold;">Centro Cultural Sor Juana Inés de la Cruz</span>, erigido sobre las simientes de la casa donde nació <span style="font-weight: bold;">sor Juana</span>. Parte el corazón verlo un poquito (o un muchito) descuidado, ya que no sólo está accessible, sino que es el lugar ideal para realizar actividades, ponencias y celebrar congresos, que estudios sorjuanistas hay, y muchos. De ahí, regresa un poco y ve a Amecameca, visita la <span style="font-weight: bold;">Haciendo de Panoaya</span>, donde sor Juana vivió con su abuelo. Convertida en un museo, la Hacienda es decepcionante. Imponente en sí misma, bien restaurada y bien conservada, no encontramos absolutamente nada rico ni relevante de la vida de la poetisa más importante de México, salvo la hacienda misma. Un centro recreativo atestado de niños se yergue en los alrededores y parece ser más visitado que la hacienda donde la niña prodigio de México dio sus primeros pasos a la brillantez. Sor Juana vivió en esta hacienda hasta los 13 años que se mudó, sí, a la Ciudad de México. Claro, todos los caminos llevan a ¡la ciudad de México! Visita el <span style="font-weight: bold;">Palacio Nacional</span>, donde sor Juana vivió como dama de la virreina Leonor Carreto hasta que ingresó al convento de san Jerónimo, actual <span style="font-weight: bold;">Universidad del Claustro</span>, ubicada en Izazaga no. 92 y donde sor Juana tuvo su período de mayor producción literaria. <br /> <br /> La Ruta de sor Juana es una joya en sí misma, lo triste es que no ha sido cuidada, ni valorada ni promovida como merece una figura como la de esta monja. Elevada a Musa y a Fénix, sus compatriotas apenas conocen el verso <span style="font-style: italic;">“Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón…”</span>, ignorantes de que la producción de esta mujer es más rica que eso, un verdadero hito en la literatura de nuestro asimismo período más propio y más rico: el barroco. <span style="font-style: italic;">El sueño</span> de sor Juana es, quizá, el portento más grande de nuestra literatura y el momento culminante de nuestra lengua. Así que este fin lánzate a la Ruta de sor Juana y de pasito sumérgete en su obra literaria, verás que es accessible y un verdadero portento de las letras hispanas.

LA RUTA DE SOR JUANA

Otra vez mi amigo Yisus vuelve a aparecer en escena. Hace unas semanas me dijo que yo siempre hacía lo mismo los fines de semana, entiénda...

ANAGNÓRISIS

<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD6KRJYqZdMN14WJgVfBIswHlBsRoowO_FZeCf0hJc4VmIqeYAHW4KgJxgs8jlQcs7C0bw_h-4a3dpSxig_lX9txc6uEDh_ALrw_jcrhoRnhL13JGayu03O-dnlBilBTBegFLkW5C3Kq4/s1600/5ti005_Lhasa_Potala01.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5604773257557347106" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD6KRJYqZdMN14WJgVfBIswHlBsRoowO_FZeCf0hJc4VmIqeYAHW4KgJxgs8jlQcs7C0bw_h-4a3dpSxig_lX9txc6uEDh_ALrw_jcrhoRnhL13JGayu03O-dnlBilBTBegFLkW5C3Kq4/s320/5ti005_Lhasa_Potala01.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; display: block; height: 240px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 320px;" /></a><br /> La vida en la ciudad de México es lo máximo, pero hay un precio que pagar: el estrés. Entre semana hay que lidiar con el caos del tráfico. Un recorrido de 10 minutos, lo haces en 1 hora (oh sí, yo lo he monitoreado: de mi casa, a Polanco) y eso, sólo eso, te trae corriendo, corriendo, corriendo. Entonces, ¿cuándo hay tiempo para ti mism@? Nunca, nunca, nunca. Por la mañanas hay que levantarse, bañarse, desayunar e irse a la oficina, hacer el recorrido inimaginable a vuelta de rueda; las horas en la oficna, bueno, no cuentan, no son precisamente tuyas sino de tu trabajo; al salir, hay que irse rápido al gimnasio, quizá esa hora sea la única que tienes para relajar tu mente, pero inmediatamente después vuelves al caos del tráfico para llegar a tu casa ya bien entrada la noche, organizarte un poco y a descansar para empezar la misma rutina al siguiente día ¡uff! Ahora, a eso súmale los problemas de toda la gente, no sólo de la que vive en la ciudad de México: problemas económicos, compromisos laborales, metas que no se ve para cuándo se cumplan, metas que ya no se cumplieron, ser joven, ser bello, ser delgado, vestirse bien, ser responsable pero ser aliviando, quedar bien aquí, quedar bien allá, y además los problemas del corazón ¡CRASH! ¡Es momento de huir!<br /> <br /> Si ya no puedes controlar tus impulsos como el enojo, la intolerancia y los <span style="font-style: italic;">drunk dialings</span>, deja de ahorrar para tu futuro viaje a Las Vegas o al <span style="font-weight: bold;">Mundial Brasil 2014</span>, deja de gastar en el antro y mejor cómprate un boleto de avión a Beijing, a Chengdu (tras una conexión vía Hong Kong) o a Katmandú, Nepal. De cualquiera de estos tres destinos toma un vuelo a Lhasa, sí, ¡la capital del Tíbet! Necesitarás un permiso especial que te permita entrar. En Lhasa tendrás que contratar un chofer de una camioneta junto con algún grupo de personas que también esté buscando transporte. Esto tiene que ser entre mayo y noviembre, pues en invierno es imposible acceder al campo base del Everest. Ok, ¿y luego? Ahí sí no sé, toca las puertas del monasterio <span style="font-weight: bold;">Tashilumpo</span> y pide de rodillas y llorando que por favor te dejan entrar ó.ò Los pasaportes te perimiten estar 6 meses en otro país, así que 6 meses para purificar el <span style="font-style: italic;">pathos</span> no están nada mal. Olvídate de que el sueldo no te alcanza, olvídate de tu parasitismo, olvídate de tu corazón solo… <br /> <br /> Pero ¿es momento de huir? Quizá sólo sea momento de encontrar tu centro. Ok, basta de soñar y ¡bendita sea la ciudad de México! Aquí no sólo tenemos el Centro Budista más importante del país, sino que podrás encontrar diferentes tradiciones: chan, zen, tibetano, theravada, indio, tántrico… Cualquiera te ayudará a reencontarte. Haz un tiempo en tu apretada agenda para meditar una hora… respirar una hora, aunque sea una hora…

ANAGNÓRISIS

La vida en la ciudad de México es lo máximo, pero hay un precio que pagar: el estrés. Entre semana hay que lidiar con el caos del tráfico. ...

YOU'RE STILL A ROCKSTAR

<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4MmvOjjoQHnEE7lkaCmRUSIsy-nhgw5qS37TPeJBpRtoM84mVMNDr8di49RIyKtliSKwqet5OcgxdhclXrwhnS-pljoZDwU3r5BeYmx2M0YBr-tlWtZljPjtordHxT1z5k9PDyQ7ADQg/s1600/z+pedro.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5602237857738226930" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4MmvOjjoQHnEE7lkaCmRUSIsy-nhgw5qS37TPeJBpRtoM84mVMNDr8di49RIyKtliSKwqet5OcgxdhclXrwhnS-pljoZDwU3r5BeYmx2M0YBr-tlWtZljPjtordHxT1z5k9PDyQ7ADQg/s320/z+pedro.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; float: left; height: 150px; margin: 0 10px 10px 0; width: 150px;" /></a><br /> Llega un momento en la vida de toda mujer en que la edad se convierte en un <span style="font-style: italic;">issue</span>… ¿o no? La realidad es que entre más grandes (de edad, jaaa!) uno se vuelve más sabia, más independiente, más experimentada, “más mejor” en todo, pues. Y <span style="font-style: italic;">keeps getting better</span>, porque si los 20 son increíbles, <span style="font-weight: bold;">Carrie Bradshaw</span> y compañía juuuran (y yo les creo) que los 30 son lo máximo, que los 40 son lo más máximo y los 50 lo más máximo del mundo mundial. Eso, claro, depende cómo llegues. Si a los 20 ya estás jugando a la casita o ¡peor aún! con hijos, olvídalo. Este post no es para ti. A los 20 aún eres demasiado joven para adquirir compromisos de adulto. Velo así, para jugar a la casita, ver pelis por la tarde y dormirte temprano tendrás tooooda una vida, tooooda tu vida de adulto; para berrear toda la noche, ligarte a quien quieras sin verte ridícula, hacer ridículos públicos y aún verte chistosa, sólo tendrás los 20… ok, y quizá los 30. ¡Es muy poco tiempo! ¡Aprovéchalo! <br /> <br /> Deja de jugar a la señora y mejor lánzate al muy afamado karaoke de San Angel, <span style="font-weight: bold;">Pedro Infante No ha muerto</span>, (mejor conocido como “El Peter”) ubicado en Av. Insurgentes Sur, no. 2351. De cover sólo pagarás $30, las chelas y las botellas también están baratas; podrás alcoholizarte gastando unos $250 apróximadamente. Si llegas temprano, el escenario será todo tuyo, el lugar comienza a llenarse de 11 a 12 de la noche y aún así tendrás tu espacio para cantar. Pero lo mejor viene cuando el lugar ofrece promociones, ¡ay, benditas promociones! Son ellas las que te hacen sentir en tus mejores años mozos cuando ganabas el pomo, la ronda de shots y hasta playeras en los antros. Sí, y es que cuando compites con otras 10 mesas, y entre ellas hay una de pubertos recién entrados a la mayoría de edad y logras arrebatarles una ronda de perlas negras, ¡eso quiere decir que sigues siendo una <span style="font-style: italic;">rockstar</span>! Además, sales de pie, terminas en tu casa bebiendo, platicando con los <span style="font-style: italic;">friends</span> y viendo el amanecer, ¿ves? ¿qué necesidad de despertar un domingo en la mañana sobria, o cuidando chilpas, o lista para hacer la lavandería o el super? Tienes 20tantos, neta ¡no m*mes! Creéme, el dolor de pies, de cuadríceps y de garganta, eeequiiis, la noche de <span style="font-style: italic;">rockstar</span> ¡lo vale!

YOU'RE STILL A ROCKSTAR

Llega un momento en la vida de toda mujer en que la edad se convierte en un issue … ¿o no? La realidad es que entre más grandes (de edad, j...