Introducción
Ya les había comentado alguna vez lo mucho que me
apasiona el Ciclo Artúrico. Después de mucho tiempo, por fin conseguí los
textos que, hasta el momento, me parecen los más cercanos a la originalidad y a
la pureza de la materia.
He leído muchas novelas y adaptaciones de la leyenda
del Rey Arturo. La de Rosalind Miles, que es una trilogía, ha sido de mis
favoritas. Narra la historia desde la perspectiva de Ginebra, esposa de Arturo
y amante de Lancelot. Pero poco tiene que ver con los textos originales, pues la
autora, aunque es originaria de Inglaterra, nació a mediados del siglo pasado.
Pero a mis manos por fin llegaron los textos que
escribió Chrétien de Troyes durante el s. XII, el siglo dorado de la época
medieval*. Chrétien de Troyes fue un trovador de la corte de María de Champaña
quien, junto con su madre, Leonor de Aquitania, fue protectora de juglares y
trovadores y, por lo tanto, impulsora del arte literario durante la Edad Media.
El caso es que los textos de Chrétien de Troyes parecen ser los primeros que
recogen por escrito la materia del Rey Arturo, además de ser de los primeros
libros de caballería, pues antes de Chrétien, todo era transmitido oralmente. Si
Miguel de Cervantes es considerado el padre de la novela moderna, Chrétien de
Troyes es el precursor de este patriarcado, pues él empieza a darle forma de
novela a los relatos orales 400 años antes que Cervantes.
Mi primer acercamiento a la literatura cortesana de
caballería fue un fragmento de Tristán e Isolda, tenía quizá 16 años. Era sólo
el fragmento donde Tristán vence al Morholt, pero me parecieron fascinantes el
trato de las cualidades del héroe y de su dama, pero, sobre todo, la pureza y
la intensidad de su amor, enlace de todo. No fue sino hasta unos años después
que me topé con el texto más original posible de Tristán e Isolda, el que
escribieron los trovadores Béroul y Thomas; de uno se rescata la primera parte,
y del otro, el desenlace. Quedé prendida desde entonces y para siempre. A
partir de ahí empecé a estudiar el código del Amor Cortés dentro de la
literatura, del que les iré hablando poco a poco.
En fin, estoy leyendo los textos de Chrétien de Troyes
y, aunque me ha resultado fácil porque ya conozco el contexto, los antecedentes
y el código, no por ello me ha resultado menos fascinante, al contrario.
Perdónenme que me extienda tanto, pero es que la
literatura cortesana medieval me parece fascinante por todos lados. De los libros por separado les iré platicando
en un siguiente post.
*Quien afirma que la Edad Media fue una época “oscura”
para las artes y la cultura, está por demás equivocado. El siglo XII,
particularmente, fue una Edad de Oro. Las lenguas modernas tomaron impulso y
fuerza por sobre el latín, las cruzadas permitieron el intercambio cultural, y
la literatura floreció gracias a cortes como la de Aquitania y Champaña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario