Ahora
que llevo viviendo un par de meses en Vancouver le encuentro muchas más cosas
buenas a la Ciudad de México. Vancouver es ma-ra-vi-llo-so, pero chequen estas
10 razones por las que la Ciudad de México lo es aún más:
1. Puedes
comprar lo que se te ocurra en las tiendas de la esquina. Y sí, hay una tienda
en cada esquina, así que todo, todo lo que imagines, lo tienes a la mano.
2. Beber
en la Ciudad de México es baratísimo, tanto si consumes en restaurantes o bares
como si compras para una fiesta casera. Y sí, refris y hieleras en fiestas
caseras, desbordan alcohol, ¿a poco no?
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Aquí en
Vancouver cada chela cuesta, mínimo, 7 dólares (x $13 = ¡¡¡ $91 !!!)
3. Las plazas comerciales cierran tarde. Los fines de semana (y toda la semana, de hecho) puedes disfrutar del shopping, los restaurantes y el cine de una plaza comercial gracias a su amplio horario para el cliente. (PD. Aquí las plazas cierran a las 6 pm… ¡los sábados!)
4. Libertad de cruzar las calles cuando puedas. Si tienes suficiente destreza, puedes cruzar las calles en el momento que gustes, sin tener que esperar hasta dos minutos a que suene un bendito Walk sign is on!
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5. La oferta cultural. Sí, la cultura en la Ciudad de México es baaaasta: allí llegan conciertos, grandes, pequeños, masivos, indie; goza de amplia producción teatral propia pero también llegan obras internacionales; exposiciones de lo que imagines se exhiben en la Ciudad de México. Hay muchas cosas que hacer y nunca nada es lo mismo.
6. La Ciudad de México nunca duerme. Su vida
nocturna es variada, variable, infinita, inagotable, fascinante…
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7. Los días son laaaaargos… No apreciarás esto hasta que vivas en otro país. En la Ciudad de México anochece aproximadamente a las 7 pm, dándote todo una tarde para disfrutar. Aquí, en Vancouver, por ejemplo, en esta época ¡oscurece a las 4 pm!
8. ¡El
clima! Es cierto, llueve mucho durante el verano, pero no es gratuito que la Ciudad de México esté calificada como uno de los mejores climas ¡del mundo! Y es que no hace un calor insoportable y tampoco mueres de frío durante el
invierno… (como yo, ahorita).
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9. Tienes
todo lo que absolutamente quieras e imagines a la mano. ¡Todo! No hay nada,
ningún producto, ningún capricho, ningún antojo, que la Ciudad de México no
tenga para ti.
10. La
comida que gustes y mandes. La Ciudad de México alberga restaurantes y chefs
galardonados internacionalmente, además, tiene una oferta gastronómica muy
amplia. ¿Qué se te antoja? Pizza, pastas, comida china, hindú, japonesa o
vietnamita; hot dogs o hamburguesas, tacos a las tres de la mañana… ¡seguro la
Ciudad de México lo tiene para ti!
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11. El extra: la calidez de la gente. El chilango
tiene fama de no ser amable pero saben qué, solamente andamos muy rápido por la
vida y por eso muchas veces no nos detenemos ante las preguntas de los turistas. Pero créanme
cuando les digo que la gente en la Ciudad de México te hace sentir bienvenida,
querida, en confianza y, simplemente, como en casa.
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