Yo no sé mucho de cine, en realidad me gusta, sí, pero
porque además de disfrutar de la peli, me gusta atascarme de palomitas. He
comenzado aclarando ese punto, porque en este post quiero declarar públicamente
que NO ME GUSTA TARANTINO.
Hace un par de domingos fui a ver Django. Me aburrí.
La historia va más o menos así: Django es un esclavo liberado que emprende un viaje con un cazarecompensas para
rescatar a su amada (nada nuevo bajo el sol). Ambientada tan sólo un par de años antes de la Guerra de Secesión, Tarantino
nos presenta el período esclavista de Estados Unidos desde muchas perspectivas: el blanco racista, el negro liberado, el negro esclavizado, el negro vaquero, el negro
esclavizado que envidia al negro liberado, ¿qué más? Pues no sé… La película
dura dos horas y media y entre la trama principal y la acostumbrada paja de
Tarantino no sé qué más pasa.
Entonces me recomendaron ver las primeras pelis de
Tarantino, como Pulp Fiction y Reservoir Dogs, que ahí encontraría al “buen”
Tarantino. Lo hice y no lo hallé.
En todas sus pelis, las vistas por recomendación, las vistas por curiosidad, la última vista en el cine, hay diálogos que no tienen ningún sentido en sí mismo ni con la trama de la película, pueden estar o no (y si no están, mejor, porque acortarían sus pelis de hasta 3 horas); algunos personajes no terminan de tener personalidad y/o peso verdadero en la trama; las relaciones entre ellos no terminan de cuajar; pasan cosas que no terminan de pasar. La característica violencia no me ofende, soy lo suficientemente morbosa para aguantar Saw, pero ¡vamos! el cuerpo humano no tiene más de
Pero bueno, finalmente a mí me gusta Audrey Hepburn,
El Señor de los Anillos, Star Wars, Eso (It), Almodóvar… así que puede ser que no
estoy sabiendo apreciar algo. Ustedes, fans de Tarantino, instrúyanme; díganme,
por favor ¿de qué me estoy perdiendo?
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