De verdad no
entiendo a los hombres, y miren que yo me considero una mujer con la suficiente
testosterona para llevarme bien con ellos y entender por qué piensan de la
manera en que lo hacen. Pero a la hora del ligue, ¡no entiendo nada!
Hoy les voy a
contar 2 casos, uno es mío y el otro de una amiga:
Caso 1, el mío: ¿Ven que de repente salgo con un fulanito? No he entablado lazos demasiado personales con él (la próxima semana les cuento por qué), pero en un momento #YOLO decidí que era buena idea darme una oportunidad y cambiar de rutina con él, así que le propuse salir de fin de semana. No sé si fue muy osado de mi parte, porque él me dijo que sí pero desapareció el resto de la semana y no supe de él hasta el jueves en la madrugada, cuando mi fin de semana ya se había ocupado y todos los hoteles de las ciudades turísticas cercanas a la Ciudad de México también.
Caso 2, el de mi
amiga: Por cuestiones del momento por el que atraviesa, mi amiga en cuestión no
está buscando una relación formal con un ligue que tiene, no obstante, ella
piensa que pueden ser buenos compañeros sexuales. Ella ha tenido la apertura de
decirle a él lo que busca, a lo que él le ha dicho que sí, que él también, que
él opina lo mismo… ¡pero no concreta! Cuando ella propone una fecha de
encuentro, él, simplemente, desaparece por días.
Platicaba de esto
con mi amiga el fin de semana y las dos, lejos de estar molestas con los
respectivos hombres, nos cuestionábamos la extraña actitud. ¿Será que por esa -perdón- tonta teoría de que las mujeres nos enojamos por todo y por nada ellos
prefieren ser evasivos y no afrontar la verdad? Es decir, ¿no sería más fácil
que nos dijeran “No quiero”? ¿O a qué le temen los hombres? ¿Qué piensan que puede suceder si nos dicen "No"?
No sé el tipo de
mujer con la que estos hombres en cuestión se han topado antes, pero yo soy de
la opinión que, a estas alturas de nuestras vidas, somos lo suficientemente maduras
e inteligentes como para poder manejar la verdad. Un “sí” o un “no” son
suficientes; es mucho mejor decir “No puedo” o “No quiero” a jugar con nuestras
agendas, desaparecer por días o dar excusas que intuimos (el sexto sentido de la mujer
es verdadero). Pero lo que también es cierto, es que como nosotras estamos en
una situación vulnerable, muchas veces no vemos claramente (o no queremos
hacerlo) y los excusamos en nuestra mente.
Ahora, la
pregunta que queda latente en estos casos es: la teoría de la velita encendida,
¿es cierta? ¿Qué opinan?
*Teoría de la
velita encendida. Él no te dice que sí pero tampoco que no para que tú estés
ahí y, en el momento en que te necesite, te tenga de back up.
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