Es una película de Bernardo Bertolucci,
sé que a muchos de ustedes eso ya les dice algo. The Dreamers se estrenó en
2003 y yo la descubrí apenas este año. Fue la relación perturbada entre los
protagonistas lo que llamó primero mi atención. No obstante, cuando la vi
por segunda vez, me di cuenta que el contexto de la película es lo que termina
por hacerla “bonita”, porque sí, esa es la palabra para describirla a pesar de
las dañadeces que de entrada vas a encontrar.
The Dreamers está contextualizada en los
movimientos estudiantiles de Francia 1968, y el ambiente de la película son
todo ideales, cine, arte y, por supuesto, sueños juveniles. Isabelle (Eva Green) y Theo (Louis
Garrell) son dos hermanos que frecuentemente visitan la Cineteca de París, allí
conocen a Matthew (Michael Pitt), un joven norteamericano. La toma de la
Cineteca y su posterior huelga es el contexto en donde los tres chicos se encuentran. Cuando Isabelle y Theo invitan a Matthew a quedarse en su casa mientras sus padres están de viaje, los espectadores también entramos al microcosmos del departamento de los hermanos, el cual, decadente, viejo y parisino, juega un papel importante: todo lo que sucede allí, entre sus pasillos retorcidos, es
bizarro. La relación entre Isabelle y Theo desafía las normas fraternales, y Matthew es invitado a jugar con ellos.
Dentro de esta atmósfera de edonismo,
ideales y sueños, encontrarás numerosas referencias al cine que los
protagonistas deciden llevar a su vida como cinéfilos que son.
Viene bien recomendarles The dreamers ahorita porque me recuerda, inevitablemente, a los movimientos estudiantiles y
en general que está viviendo hoy México; me recuerda, también, a los ideales sociales que yo, como estudiante, también tuve.
No dejen de ver The Dreamers, es una película con muchas capas, con muchos matices, así que por más de una razón les va a gustar.
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