Alguna vez hace muy poco alguien me dijo que odiaba a Zoé porque sus letras eran una tontería. Inmediatamente pensé en rolas como Nunca, donde el claro referente puede ser tanto el mito de Faetón como el de Dédalo e Ícaro, mismos que utiliza sor Juana Inés de la Cruz en su poema Primero Sueño; me puse a pensar si eso era una "tontería". Tampoco pude evitar pensar en su Unplugged: Música de Fondo (2011), donde deleitaron a sus fans y sorprendieron a los críticos, pues no fue para nada un típico "desenchufado". Zoé reinventó totalmente sus canciones y fue más allá de las guitarras acústicas e incluyeron sesión de cuerdas, de vientos, piano, mandolina, marimba, ukulele y hasta una jaula de pájaro, una máquina de escribir y otros tantos utensilios; el resultado fue exquisito y es un material que sirve de ejemplo para callar la boca a los haters de Zoé.
Entonces, ¿podría Zoé superar su Unplugged? ¿Cómo nos sorprendería en un siguiente álbum? ¿Qué veríamos en una siguiente gira? Programaton sirvió para acallar mis dudas. Lo que presenciamos el sábado en el Foro Sol fue, para satisfacción de la banda, GALÁCTICO. Zoé nuevamente reinventó sus canciones: incluso las rolas de Programaton (2013), es decir, las más nuevas, las que pretextaron la gira, las tocaron distinto al álbum; pudimos corear éxitos de la banda como Miel, Polly, Nada, Love, Vía Láctea, Paula, Nunca y muchos más, pero también nos sorprendimos por los nuevos y muy distintos arreglos, con interludios en muchas de ellas (como en Últimos días) bien atascados. Su show de luces fue otra joyita. Rock, psicodelia y electrónica, así la gira de Programaton.
¡Bien! ¡Aplausos para Zoé! Porque es una banda mexicana muy viva, con reconocimiento a nivel mundial, de la que, qué chingón, mi generación es testigo.
De esta gira de Programaton se desprenderá un CD y un DVD. Otro digno ejemplo para callar a los haters.
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