1. Ahora sabes que los “para siempre” no existen, así que valoras mucho más cada mariposita en la panza y cada firework en el corazón.
2. Te sientes muy afortunada y muy agradecida porque, seamos honestas, cuántas de nosotras no pensamos que después de nuestra primera ruptura amorosa ya nunca seríamos capaces de enamorarnos de nuevo. Renacer en el enamoramiento, es volver a vivir.
3. Ahora ya conoces los sentimientos y las sensaciones del enamoramiento, no te sorprenden y, en ese sentido, te sabes entregar más rápido. Y créanme, la rapidez no es necesariamente negativa, pero lo entiendo hasta ahora.
4. Ahora también eres mucho más consciente de tus defectos y de las áreas que necesitas trabajar para ser una mejor persona y, por lo tanto, una mejor pareja. Y es que con el tiempo y la experiencia es inevitable que llegue la madurez. Eso también significa que, si supiste re-conocerte después de tu ruptura amorosa, sabrás enamorarte de alguien que aporte verdadero valor a tu vida.
5. Tu futuro amor, si es que tu enamoramiento madura, será más completo. No mejor, pero sí más completo por el simple hecho de que ahora sabes lo que quieres pero también lo que no quieres en la persona que escogiste amar. Un mejor equipo se augura en tu segundo enamoramiento, ¿no crees?
6. Sí, la madurez también te ayudará a manejar de manera distinta tu nueva relación: ahora valoras más el tiempo y las cosas positivas, sabes escoger tus batallas y sabes que negociar es la clave del éxito para ambos.
7. Te sabes divertir más y no tomarte las cosas tan en serio porque, otra vez, sabes que en cualquier momento puede terminar.
8. Valorar más tu enamoramiento te orilla a cuidarlo de una manera distinta; comprendes que no se trata de demostrar nada a nadie y que es sólo para ti, sólo tuyo y de esa persona que te enamoró, de ambos y de nadie más. Cuidarlo y cultivarlo en la intimidad le da un valor diferente.
9. Eres más agradecida. Ahora entiendes por qué ‘todo lo que pasa es lo mejor que puede pasar’, incluso todo lo que aparentemente parece malo. Piénsalo, si tu primera relación no hubiera terminado, no serías la persona que eres ahora y no tendrías la oportunidad de demostrarte que eres capaz de amar de nuevo.
10. ¿Otra cosa que sabes ahora? Que enamorarse también implica un riesgo: te pueden lastimar y puede terminar; pero también sabes que enamorarse no es de una sola vez en la vida, que vas a sobrevivir si todo termina y que aventarse al vacío sin paracaídas ¡siempre valdrá la pena!
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