¿Ya tuvieron un
primer amor? Entonces ya saben lo que se siente enamorarse y amar a alguien por
primera vez. No hay fireworks (o mariposas en la panza) como los del primer
amor por una simple razón: es nuestra primera vez, somos inocentes, ingenuos, no
tenemos miedos, lo apostamos todo. Los fuegos artificiales iluminan como nunca
el cielo.
No sé si sea sólo
yo o todas las mujeres tenemos miedo de enamorarnos una segunda vez. La
primera, como les digo, llega inesperadamente y es una emoción y un sentimiento
totalmente nuevos; es verdad que nos lanzamos al vacío sin paracaídas y con una
venda en los ojos. Vale la pena porque se siente muy bien. Pero una vez que nos
han roto el corazón y que nos hemos estrellado contra el piso, lanzarnos en
caída libre una segunda vez parece ser una acción que nos pensamos más de una
vez. Pero, ¿el enamoramiento se piensa con el cerebro? ¿o simplemente se siente en
el corazón?
Después de un
rompimiento amoroso, es normal que pase un tiempo en el que estamos como
muertas y secas de emociones, ¿no les ha pasado? Después de la recuperación,
empezamos a salir con uno que otro galán pero ninguno despierta en nosotras
ningún tipo de emoción y es ahí cuando pensamos que, quizá, nuestro corazón ha
muerto para siempre. “¿Por qué este cuate, que es buena persona y con el que me
la paso bien, no me genera nada de nada? ¡¿Por qué?!” ¿A poco no?
Pero sí, queridas
amigas solteras de Mexipop City, va a llegar; ese cuate y aquel otro no te generaron nada de nada porque no eran para
ti, pero en el momento adecuado, llegará esa persona que, sorpresa, hace latir
el corazón que pensabas estaba muerto. Poco a poco revives y empiezas a sentir
los muy esperados fireworks pero… ¿por qué no explotan e iluminan todo tu cielo? ¿Qué te está
impidiendo lanzarte de nuevo al vacío? El miedo. El maldito miedo porque ahora
sabes lo que se siente que te rompan el corazón.
¿Les cuento algo?
Creo que yo estoy enamorada. No, no lo creo: lo estoy. Tengo los fuegos
artificiales y un encendedor en mi mano, ¿qué estoy esperando para hacerlos
explotar? Creo que la seguridad de que, esta vez, todo va a salir bien pero
vamos, ¿quién tiene seguro un “para siempre”? ¡Nadie!
La segunda y la
tercera vez que nos enamoramos está en nuestra manos lanzarnos al vacío otra
vez. No importa lo que pase en esa caída, ¿nos estrellaremos contra el piso? No
lo sabemos. ¿Nos nacerán alas y nos las cortarán? Tampoco lo sabemos. En todo
caso, qué tal que nos nacen alas y volamos por mucho, mucho tiempo en compañía
de esa persona que le hizo RCP a nuestro corazón.
¿El miedo es una precaución positiva o negativa? Podría echarlo todo a perder, ¿no creen? ¿O qué opinan?
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